#edusoahotsak La acción socioeducativa es cosa de dos (o más)

Os presentamos a Iker y a Rosa, dos educadores/as sociales del Centro Socio-Educativo Correría (CSE) situado en el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz, con años de experiencia y que hoy nos brindan la oportunidad de sacar jugo a sus conocimientos a través de esta entrevista (enlace haciendo click en la siguiente imagen). No están en el salón de su casa, nos hablan desde uno de los seis centros de día que el Ayuntamiento de la ciudad ofrece dentro de uno de sus programas de preservación familiar dirigidos a la infancia, la adolescencia y la familia.

Antes de empezar, os dejamos info adicional para saber más sobre el recurso:

Según la página web del Ayuntamiento, el CSE Correría es una experiencia psicosocioeducativa convivencial en la que una pareja educativa acompaña y atiende durante el día y en horario extraescolar a un grupo de hasta 10 niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo moderado de desprotección. Asimismo, se proporciona asesoramiento y apoyo a las familias de los y las menores en coordinación con el Servicio de Infancia y Familia del Ayuntamiento, con quienes se trabaja estrechamente, al igual que con otros recursos comunitarios, centros educativos, recursos sanitarios, etc. El objetivo final de la intervención socioeducativa en un centro de este tipo es favorecer el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, así como la incorporación a tiempo completo en susfamilias.

Es pues la pareja educativa que realiza su labor profesional en el CSE Correría la que el pasado 9 de marzo de 2021 nos recibió con los brazos abiertos para enseñarnos el centro, explicarnos más en profundidad en qué consiste el recurso y el trabajo que realizan diariamente como educador y educadora social. Iker y Rosa, de antemano, muchas gracias por vuestra acogida y vuestro tiempo.

¿Queréis saber más? A continuación os contamos todo al detalle:

Esta entrevista con Iker y Rosa nos ha servido para tener una visión más “desde dentro” de lo que supone ser educadoras sociales, por eso, si aún tienes dudas, curiosidad o ganas de aprender y saber más sobre esta profesión, ¡Quédate, este post es para ti!

En esta entrada, no encontrarás un montón de definiciones y párrafos llenos de teoría y mil citas de autores/as hablando de qué es o qué no es la Educación Social, sino una parte más humana de la profesión, vivencias, emociones, consejos de los/as profesionales… que seguro te pondrán en la piel de quienes entrevistamos, haciéndote vivir la experiencia desde cerca.

Para saber cómo funcionan en el día a día, debemos tener claro lo que supone trabajar como pareja educativa. ¿Os suena?

“Es un trabajo que hacemos codo con codo, no estamos en parcelas y cada uno tiene su función”

Trabajar en pareja, supone tener un gran sentido de la responsabilidad que conlleva el trabajo en equipo. Implica que debe existir sintonía o “feeling” entre los/as dos compañeros/as, llegando a consensos para dar respuestas a través de las intervenciones. Es decir, hablamos de colaboración y comunicación, entre el equipo y en coordinación con profesionales de otros centros y recursos. Además, como bien nos comentan, ejercer de este modo implica trabajar mano a mano en los mismos casos, compartiendo funciones y tareas, porque la unión hace la fuerza, y así nos lo han demostrado.

“Es una parcela de la vida muy integrada en la vida”

La Educación Social, a diferencia de otras profesiones convencionales, es una profesión muy ligada a nuestro día a día, va unida a nuestra forma de pensar y de entender el mundo. Es decir, nuestra identidad personal y profesional se retroalimentan constantemente, nuestro día a día, condiciona nuestra experiencia y nuestras experiencias y aprendizajes influyen en nuestras vidas. Por eso, es muy importante que como educadores y educadoras sociales prediquemos con el ejemplo, con actitudes de respeto, humildad y empatía. Esta relación tan estrecha entre las dos realidades que conforman una sola implica, en palabras de los/as entrevistados/as, un continuo proceso de crecimiento personal mediante aprendizajes diarios.

“He crecido como persona y que esto tiene mucho que ver con este crecimiento personal”

Además de la evolución tanto personal como profesional que caracterizan a nuestro anfitrión y anfitriona, una de las cosas que más nos ha llamado la atención es la motivación y actitud positiva que mantienen a lo largo de los años… y son unos cuantos. ¿Cuántas veces encontramos caras largas en el metro del camino al trabajo u oímos expresiones de “buff, qué ganas de dejar este trabajo”? Está claro que estamos ante seres humanos que tendrán días buenos y días malos, pero es realmente admirable ver como en su caso, elegirían una y otra vez dedicarse a la Educación Social, lo que nos dice mucho de lo enriquecedor que es para ambos.

Pero, ¿cuál es esta magia que mantiene esa motivación?

Lo que él y la protagonista del vídeo han querido trasladarnos como ese superpoder que les da fuerzas en el día a día y en sus intervenciones con las familias y menores, es el sentimiento de gratificación. Gratificación y satisfacción por aquellos objetivos cumplidos y avances conseguidos cuando se echa la vista atrás, pero, sobre todo, los buenos momentos del día a día que les llenan, como las interacciones y el trato humano y los vínculos intensos que se generan en un ambiente al fin y al cabo de mucha cercanía. Será cierto que el roce hace el cariño, ¿no?

“Hay mucha generosidad por parte de las familias también (…) el esfuerzo que les supone (…) compartir tus miserias (…) es gente muy generosa”

Más concretamente, por el ámbito en el que trabajan, dan mucho valor al esfuerzo que las familias hacen también al contar con ellos/as, ya que los/as educadores/as no son protagonistas de estas realidades, sino esas familias que con valentía se involucran en el proceso para tratar de mejorar o cambiar sus vidas y las de sus hijos e hijas.

Pero no todo es un camino de rosas…

Los momentos complicados también forman parte del día a día, algunas intervenciones no llegan a realizarse con el éxito esperado, en ocasiones debido a limitaciones institucionales, los propios obstáculos que les pone la vida u otros motivos. Estosupone, que en ciertos momentos hay que saber lidiar con la frustración que esto acarre a y, como bien expresan en la entrevista, “no llevarte el trabajo a casa”. De hecho, como ya hemos comentado antes, la vida profesional y personal de los/as educadores/as está unida por un hilo de formas de ver a vida, ideas y pensamientos, vínculos… pero cargar con una mochila de preocupaciones y responsabilidades no es práctico ni para uno/a mismo/a ni para las personas a las que se trata de apoyar.

Visto lo visto, a estas alturas del post, ya debes de estar preguntándote cuestiones tales como “¿De qué pasta hay que estar hecho/a para ser educador/a social?”, “¿Cómo puedo aprender a intervenir en situaciones con un sinfín de matices y circunstancias a tener en cuenta?”.

“Es imprescindible que te sigas formando, sigas compartiendo (…). Nosotros dehecho, seguimos formándonos”

El reconocimiento de la Educación Social como titulación oficial ha sido imprescindible para poder trabajar con ciertas garantías, pero no es suficiente ya quedebemos adaptar o complementar los conocimientos al área o ámbito en el que ejerzamos.

Algunos de vosotros/as podréis estar pensando que esto es la historia interminable y quenunca lo sabréis todo, pues, hemos de deciros que estáis en lo cierto. Cuando trabajamos con personas y no con tornillos, esta es la realidad. ¿Cuándo se termina de conocer a las personas y sus peculiaridades? Diríamos que nunca, pero si esta es tu vocación y quieres dar la mejor respuesta posible, querrás saber más, formarte, ganar experiencia y en definitiva, ser un/a educador/a social en potencia siempre abierto/a al aprendizaje permanente.

Los compañeros/as de la entrevista, así lo reconocen, es un proceso constante; realizan tanto formaciones ofrecidas por la empresa como a nivel personal según intereses propios.

“Empatía, humildad, respeto a procesos diferentes y sobre todo a objetivos diferentes a veces (…), no juzgar”

Está claro que cada persona, en su singularidad, tendrá características o habilidades diferentes, pero cuando hablamos de ser educadores/as sociales, los/as profesionales l tienen muy claro, existen ciertas cualidades que se deben de tener (innatas o aprendidas).

Debemos ser capaces de, en un grado u otro, percibir las emociones de las personas con que trabajamos (en la vida en general, no es solo una cuestión profesional) y desde esa postura, tratar de no juzgar a quien tenemos delante. Esto nos debe llevar a actuar con humildad y respeto, entender que cada cual sigue un proceso con el que podemos vernos más o menos identificados, pero igual de válido que cualquier otro. Es decir, hemos de entender que como educadores/as sociales, somos acompañantes y que los éxitos y fracasos de los demás no son nuestros triunfos o derrotas, debemos poner el valor en las personas y no exclusivamente en nuestra intervención.

“Merece la pena ser educador social, estoy donde tengo que estar”

Antes de irnos queremos dar las gracias a Iker a Rosa por esta entrevista tan valiosa ya vosotros y vosotras por leernos, esperamos que os haya sido de utilidad y os haya servidopara resolver dudas o curiosidades, animaros, y sobre todo que la hayáis disfrutado tanto o más que nosotras.

Evelyn Abedravo, Sarai Gutiérrez, Jenni Hernández, Caroline Silva y Raquel Vergara.

Grado de educación Social. Facultad de Educación de Bilbao. 20/21

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Blog honek “Gizarte eta Hezkuntzako eta Bazterketa Egoeretako Esku-hartzea: Proposamen Metodologiko Orokorrak” ikasgaian landutakua bildu nahi du. 2011-2012 kurtsoan EHU-ko Gizarte Hezkuntzako bigarren maila irakasle eta 67 ikasleok ikasketa eta zerbitzu metodologia hainbat proiektu aurrera eraman dugu.
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